No paran de aparecer nuevos escritores en internet. El fenómeno va en aumento, pero sería más interesante fijarse en los que tratan de abrirse paso entre las apretadas filas del anonimato, especialmente en el género de la fantasía.
Hay un términoque no escapará a la memoria de muchos: Fandom (del inglés fan kingdom). Define, resumiendonos a España, especialmente a los fans de la literatura fantástica y de ciencia ficción. Se agrupan en torno a un número limitado de páginas web, de foros y alguna que otra cita interanual, como la Asturcon, que viene casi a coincidir en el tiempo con la Semana Negra de Gijón.
Allí, nada más y nada menos, se reúnen los reyes entre los fans con algunos de los que se supone que son sus ídolos nacionales. Hasta aquí la versión oficial de los hechos, pero la verdad, a poco que uno escarbe, se vuelve más oscura: este sendero de gloria es espinoso y arduo para muchos que han tratado de abrirse paso en él desde sus comienzos.
El fandom español es piramidal, concéntrico y selectivo: una estructura de poder controlada desde arriba. Y arriba están, por cierto, los autores españoles que han publicado alguna o todas sus obras en la editorial Minotauro.
El sello que antaño guiara el argentino Francisco Porrúa pasó a manos de Planeta Grupo hace no demasiados años. Desde entonces, con premio Minotauro incluido, las oficinas de Minotauro han logrado abrirse paso hacia los fanáticos de la fantasía aprovechando que tenían en su haber las joyas de la corona, es decir, la edición sin límites plenipotenciaria de la obra del profesor Tolkien.
Una vez aclarado esto, vemos cómo los autores de Minotauro han logrado convertirse en los ídolos del fandom, pero he aquí la gran cuestión: en un país subdesarrollado para el género fantástico, el fandom no tiene el mismo aspecto que en Inglaterra, y se verá que me refiero al hecho de que la mayor parte de páginas web que se dedican han sido fletadas por "escritores de fantasía frustrados" que, eso sí, han tratado de abrirse paso hacia la editorial Minotauro incorporándose a una pirámide cerrada.
El fandom español es cerrado y casi se podría decir que es estúpido. No ha respetado absolutamente a nadie que haya llegado desde "fuera", y con esto me refiero a autores en lengua castellana que hayan publicado obras de éxito de género fantástico y que no estuviesen presentes en la pirámide del poder.
No es raro encontrarse por internet, como en el espacio de Tobías Grumm, http://sombradegrumm.spaces.live.com/, crónicas de la entrega de algún premio literario en las que la expresión "uno de los nuestros", tan popularizada por la película de gangsters de Martin Scorsese, no aparezca por ahí, y es que los miembros de la pirámide de poder del fandom español tienen muy bien asumido su cometido. Es, parecido al funcionamiento de una organización no oficial, un lugar en el que se apoyan unos a otros... pero eso incluye controlar las nuevas voces del fantasy español.
¿Se trata de una guerra? Puede llegar a serlo, pero no abierta, y en el fondo es una guerra entre los dos grandes competidores, Planeta y Random House Mondadori. Porque resulta curioso ver cómo nuevas voces del género fantástico que proceden del grupo RHM, como la chilena Francisca Solar -fenómeno que analizaremos-, el hispano-alemán Artur Balder, o el malagueño Rafael Ábalos, autores que están siendo traducidos a más de veinte idiomas, no son en absoluto mencionados por la mayor parte de los medios que apoyan la pirámide de poder del fandom español. Esa capacidad de silenciador no es otra cosa sino el testigo de una guerra: la ley del silencio, de la que hablaremos más adelante, con la que tratan de vetarse unos a otros.
Para terminar de rematar la faena, los fandomitas menos influyentes se convierten en los compradores potenciales que alimentan a algunos de los miembros de la pirámide que todavía -después de varios años- no han conseguido que los de "arriba" les abran paso.
En www.tierrasdeacero.com apoyan las iniciativas de los ídolos de la pirámide, especialmente Javier Negrete, como si de una lucha mortal se tratase. En www.aurorabitzine.com sucede practicamente lo mismo, hasta el extremo de acallar cualquier novedad que proceda de RHM o de su filial para género fantástico, Montena. Y es que lo de ser escritor es difícil, pero no viene mal echar un vistazo a la lucha de poder a la que asistimos en España.
